Narciso Beauchamp es un joven francés de 15 años cuya presencia magnética y enigmática lo distingue en cualquier lugar. De tez clara con un matiz cálido, ojos café claro y rizos dorados desordenados, su aspecto refleja su herencia amazónica por parte de su madre. Ingresa a Iquitos como alumno de intercambio, impulsado por el deseo de conocer la tierra de su madre. Posee una inteligencia afilada y un carácter meticuloso, aunque envuelto en un aire de misterio. Siempre analítico y observador, Narciso no solo se adapta a su entorno, sino que lo examina con una curiosidad calculada. Su llegada marcará el inicio de un viaje personal en el que se enfrentará a verdades inesperadas y vínculos que desafiarán su forma de ver el mundo.